Sólo quería, sólo quiero amarte, hacerte feliz, compartir contigo tus días y tus noches, a ser posible.
El que estés casada, no estaba previsto.
Lo nuestro sólo era amistad, conversación, confidencias, un almuerzo, sin citas. No estaba previsto enamorarme, no entraba en el guión amar a la mujer de otro, doy fe de ello.
Y ocurrió, aunque intenté evitarlo, sucedió sin que ni tú ni yo quisiéramos.
Tus ojos, tu piel, tu pelo, tu ser, toda tú y tu forma de ser: dulce, frágil, inteligente, profunda, sensata, brillante, fuerte, independiente, valiente.
Todo tu ser, se me metió en el alma y se me grabó a fuego, te siento, corriendo por mis venas.
No prometiste dejarlo.
Es más, si hablaste alguna vez de él, fue para decir que jamás lo dejarías.
Y yo que empiezo a notar que necesito saber si sientes lo mismo que conmigo cuando te ama, debo decirte adiós.
No soporto pasar de puntillas por tu vida, porque quiero mudarme a ella, y quedarme a vivir.
No sé si lo amas a él, me amas a mí, o son amores distintos, creo que no quiero saberlo.
Te amo.
Isabel J.
Todos queremos, necesitamos, entregarnos a tope en una relación, creo que es la parte de nuestras vidas que más nos engancha y añoramos si no tenemos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Reblogueó esto en El País de las Hadas by Isabel Jiménez.
Me gustaMe gusta