…lo único urgente…

image

La vida tiene tanta fuerza y tantas ganas,  que si se empeña en nacer,  no habrá nada que lo impida,  por muy difíciles que se le pongan las cosas.

Hace a penas cuatro meses, conocí a Goya, una chica de Tudela,  pequeña,  menuda, nerviosa y llena de vida.

Quería comprarse una casa en Cádiz,  y yo la acompañé,  durante un par de días,  enseñándole las que tengo a la venta en esta ciudad,  tan al Sur de sus territorios conocidos.

Me sorprendió muchísimo saber, que acaba de fallecer. Me sentó tan mal, que rompí a llorar, sin poder dejar de hacerlo hasta bastante entrada la madrugada.

Hay personas a las que conoces de toda la vida, y a las que realmente,  desconoces completamente.  Otras, te sobra una tarde de risas, para que se te queden en el alma.

Y luego estamos los demás.  Los que seguimos vivos,  sanos, con un sin fin de posibilidades por descubrir,  personas a las que amar, momentos que compartir y disfrutar y no lo apreciamos.

Nos quejamos constantemente por todo, de todo. Discutimos por tonterías.  Nos enfadamos eternamente.  Nos agobian los pagos, los viajes que no hacemos, las cosas que no compramos, los amores imposibles,  los desamores. Palabras mal interpretadas, ó mal dichas. Un tono inapropiado.  Una felicitación que no llegó a tiempo.  Ese Aniversario que olvidamos… TODO EN CONTRA.

Es triste que tenga que morir alguien querido, para apreciar todo lo que tenemos.  Para darnos cuenta de que seguimos teniendo el viento a favor, y todos los mares, aún,  por navegar.

Ella, Goya, sabía que su tiempo entre nosotros era limitado,  y así vivía cada día,  intensamente,  como si fuera el último.

Y podemos escoger vivir como ella, como si todo fuese mágico,  ó,  como vivimos la mayoría de nosotros,  aplazando la vida a mañana,  encontrando problemas para cada solución.

Tú decides!
La Primavera está a nada de nacer.
Aquí en el Sur, ya casi la estamos notando, y te aseguro que puedo olerla.
A qué huelen las ciudades?
Sevilla, huele a Primavera.
Y así escojo vivir lo que me queda de vida: cómo si no hubiera un mañana para mí,  siendo consciente que el tiempo perdido,  jamás volverá.  Con la sangre alterada, el pulso a mil por hora, renaciendo cada día,  y dando importancia a lo qué únicamente es urgente. VIVIR

Isabel Jiménez

En memoria de Begoña Lahuerta Guillermo.

5 Comentarios

Deja un comentario