…muy malaje

Una vez me encontré un malaje.

Un malaje que me decía #tequiero porque era lo que le nacía, o porque le daba la gana, vete tú a saber.

Mi malaje iba y venía según le sobraba tiempo. A veces me recordaba y entonces sí: era el malaje más enamorado.

Una, dos y a la tercera vez que no encontró tiempo para mí, yo lo olvidé, por malaje claro está.

Tú no te enfadas conmigo nunca , me dijo mi malaje. Y yo, ya no estaba allí.

Isabel Racero

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