…111…(Pandora)

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La mañana fría cortaba la piel de mis labios.

Mi reciente inesperada fama como escritora,  me había llevado invitada a la Recepción del ConsuldeNoSéDónde,  en la Embajada Rusa en Varsovia, un lugar perfecto para trabar relaciones  útiles para mí nuevo trabajo y de paso encontrarme con nuevos lectores .

-Señora: han dejado un paquete para usted ¡, sonó la voz metálica del Conserje al otro lado del teléfono.

Entonces recordé el mensaje  de mi nuevo Jefe : «Está todo previsto , encontrarás todo lo  que vas a necesitar a cada paso » , no hagas maletas, y ve al aeropuerto , vestida de invierno «… , como si fuera tan sencillo salir de Madrid en pleno Agosto , vestida de invierno , sin llamar la atención .

Siempre me costará trabajo alejarme de Madrid , sea cual sea el destino , ya sabes porqué . Desapareciste sin mediar palabra, sin decir adiós, sin despedidas y sin flores . Siempre me han encantado tus sorpresas , tus misterios y tus citas con notas en el retrovisor del coche . ¿Cómo abres la puerta sin llaves? . Entras y sales de mi vida como la marea , influenciado por la luna , pero te mantengo la palabra: contigoloquierotodo , así que espero paciente que pongas en orden tu vida , y continúo con la mía . Antes o después todas las distancias tendrán sentido y nos reiremos juntos , con una copa de cava en la mano . Hay corazones que son para siempre .

No me ha dado tiempo aún de hablarte de mi nuevo empleo , algo parecido a una relaciones públicas internacional , aprovechando el tirón mediático de mi libro . Conocer personas adecuadas , presentarlas entre ellos y viajar , sin preguntas . Todo misterioso , pero me sirve para no pensar demasiado dónde estarás ni con quién , no pensar en ella, en ella contigo . Paciencia , me digo en voz alta . Esto es real . Está pasando . Voy de firma en firma y de evento en evento , y nunca te puedes escapar. ¡Ojalá estuvieras aquí!, me digo mientras abro la caja , con el vestido para la Recepción de esta noche . Chanel , y pienso en ti , te encantaría este vestido .

Un mensajero llama a la puerta de mi suitte , y me entrega otro paquete . Esto empieza a no gustarme . En su interior hay un arma y un liguero para ocultarla bajo el vestido . «Por si necesitas protegerte, mantente viva» , dice una breve nota , escrita en ruso . Recuerdo entonces nuestras clases de tiro , por hacer una locura nueva juntos . Creo  haberme quejado y reclamar el salto en paracaídas , y reírnos. Ahora encontraría utilidad a aquellas clases. Estaba temblando .

¡Joder! , ¿dónde estás? . Voy a dejarlo , está decidido . Si salgo de esta , me quedo en casita escribiendo , cambio de agente , de peinado y nos mudamos al fin del mundo , pero esto empieza a ponerse feo , y estoy sola . Las locuras sólo   contigo amor . 

Debí quedarme dormida , cuando sonó otra vez el teléfono : «Su coche la espera , Señora» , la voz metálica del Conserje , con un inglés mal hablado , me puso los vellos de punta . Salté dentro del vestido , y bajé las escaleras del Hotel , intentando calmarme mientras lo hacía .

El Chofer pronunció mi nombre al abrirme la puerta . Aquel nombre que recibí al nacer , parece que  iba acompañado de líos. Pandora , sólo me sonaba bien en tus labios .

Por unas horas olvidé el arma que llevaba sujeta a mi muslo derecho , cargada y con el seguro quitado , oculta entre los tules de seda de las enaguas de aquel Chanel rojo impresionante . Intentaba fijar cada detalle en mi cabeza , puede que los utilizara en alguna novela policiaca . Me sentía como Mata Hari . 

La Recepción terminó sin que nada extraño sucediera , salvo que aparecieran camareros con mis libros de la nada , junto con un fotógrafo que inmortalizaba la firma  . Desde que me decidí a escribir en serio , desde que me convenciste de que era lo que había nacido para hacer , mi vida transcurría dentro de una extraña película en blanco y negro , ahora llena de gánsters del New York de la Ley Seca , con Sinatra de banda sonora  (no tengo idea de por qué). 

Aquello estaba resultando interminable , la Ruger palpitaba en mi muslo . La puta fiesta no terminaba , y no esperé más . Me retiré discretamente , esperando que mi coche siguiera en la puerta , cuando el anfitrión pronunció mi nombre :

¡Pandora , por favor , acompáñenos sólo un rato más !

El corazón estaba a punto de salírseme por la boca , y entonces , apareciste a mi lado , ofreciéndome tu brazo . Me guiaste hasta el centro del inmenso salón de baile de mármol rosa . Los invitados se fueron apartando , y me miraste fijamente y susurraste : ¡confía!, mientras apartabas un mechón de mi cara .¡Sonríe. Sonríe para mí !. 

Allí,  en medio de todos aquellos desconocidos , en la fría Varsovia,  te arrodillaste y me tendiste un anillo…..

Isabel Jiménez

 

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