Primera Flor

Hoy he limpiado la cocina. Ha sido la primera vez, las anteriores nunca estuve.

Mi cocina es vieja, pero es mi cocina. Todo está exactamente dónde lo he puesto y yo soy el chef cuando estoy en ella.

Nadie la cocina como yo, me ha invadido el espíritu de Máster Chef y para ella, tengo ya 3 o cuatro estrellas Michelín .

Nos gusta estar juntas, solas ella y yo, una copa de vino frizzante y toda la compra que almaceno en mi viejo frigorífico.

Ahora que brilla y huele a amoniaco mezclado con el último guiso del medio día, me incita la muy zorra a hacer bizcochos:

– anímate a usar el horno, no pierdes nada.

Llevo unos 25 años resistiendome. Los Hornos y yo nunca hemos hecho buena miga. Él está nuevo y yo no me salto la dieta, ese es nuestro pacto.

Salvo cuando hay invitados, que entonces sí, diseño un menú (mirando internet), siempre improviso y me sale genial. Podría escribir un libro de cocina : «Cocina express con 5 estrellas». Ya nunca hay invitados, puto virus.

No tengo robots de cocina, a mí me gusta cocinar. Recuerdo a mi abuela María, con un delantal, entre fogones, cómo haciendo pócimas mágicas. Ojalá llegue a ser cómo ella .

No sé cocinar sin delantal. Debe haber una primera vez para todo. La vida, está llena de primeras veces, pero yo eso se lo dejo a mis cactus, que florecen por primera vez en este Noviembre raro de pandemia, mientras yo lloro cortando la cebolla , me desahogo y me quedo nueva.

Isabel Racero

Nuevos recuerdos

Todo parte de hoy.

Es una teoría tonta, pero me sirve: si todo empieza hoy, y hoy decides que en esa cabecita loca -la mía llena de rizos, sólo habrá bonitos nuevos recuerdos a los que volver, mañana, cuando cierres los ojos para escapar de lo feo, sólo habrá momentos dulces, sólo recuerdos dulces.

Isabel Racero

Nunca Jamás.

No hay blancos y negros absolutos .

Existen matices de todos los colores en el momento que les roza la luz.

Tus blancos y mis negros sólo encajaron en un arcoiris perfecto.

Dentro de un mañana imaginado lejos del hoy sin vacunas para el desamor.

Sin restar aunque con sólo dos personas en la ecuación.

Siete siguen siendo multitud. No me salían las cuentas.

Los blancos y los negros quisieron jugar a soñar un camino de baldosas amarillas hasta Nunca Jamás.

Y nos faltaron lozas.

No quedaba amarillo para tanto camino.

No encontramos el cruce perfecto y olvidamos que en lo imperfecto reside la magia de la vida.

No supimos vernos y lo dejamos en ecuación .

Tensión sexual no resuelta dicen que le llaman.

Sonrisas prestadas a un futuro incierto.

Julietta

Principios y finales

Hay principios explosivos.

Principios tranquilos que apenas lo notas.

Nuevos principios que nacen de finales.

Principios de punto y seguido , también de punto y final.

Hay principios que no nacen nunca, de miedo se quedan inmóviles, como de piedra.

Y luego estás tú.

A veces, te encuentras de golpe en un principio y no lo notas hasta que es tarde para no empezarlo. Vienen disfrazados de otra cosa. Cuando quieres darte cuenta,  ha comenzado ya, y es como estar en el cine a mitad de la película : no te sales por no molestar,  a todo el público parece interesarle mucho.

Hay principios que llegan a suicidarse cuando sienten haber comenzado. Es algo que a veces notas tarde y el único camino es la muerte.  Un comienzo no tiene marcha atrás ni devolución ni nada. Abierto el paquete no hay periodo de reflexión. O te lo quedas o eclosiona en tu cara.

Los principios son ovíparos.

Hay principios que no saben que lo son. Llegan por casualidad. Incluso hay veces que no llegan. Sencillamente ellos se tropiezan contigo y se sienten tan confusos como tú.

No tienes nada que ver con todo esto.

Tú y yo nos estamos dando cuenta de todo. Parece que vas a desbocarte y tiro de las riendas. Y me dejas hacerlo. Puede que sientas tanto miedo como yo. Que prefieras no complicarte la vida. A final de cuentas, sólo buscamos que todo encaje y no quede saldo negativo y en este tipo de comienzos,  sospecho que siempre descuadran las cuentas.

Hay principios que son comienzos y esos son los más peligrosos.  Un comienzo es tener la mitad de la historia escrita y sospechar de ante mano cuál será el final.

Yo prefiero no tener uno de esos contigo,  los finales no me gustan.  Viví demasiados y remontar el vuelo con las alas rotas es practicamente imposible. Dudo que pudiera volver a hacerlo.

Realmente no tengo claro que nuestro comienzo no haya sucedido aún.  Había un final en ambos sentidos y nos ayudamos a pegar los trozos rotos del puzzle y ahora , desconcertados, no sabemos que hacer con la resilencia que se nos quedó encima de la mesa del comedor.

Si no fuera plastificada la usaríamos de mantel. Ya sabes que no concibo manteles que no sean de lino.

Lo peor de todo es que cogimos la costumbre de dormir abrazados. Acurrucada en tu cuerpo se duerme genial ahora que ya se empieza a sentir la llegada del verano en tiempos de virus.

Y no es melancolía.  Es miedo.

Miedo a que me juntes las piezas. A que me partas los miedos.

Miedo a no querer bajarme de la vida. Miedo a cobrarte los cuatro polvos que me debes y a ser de verdad una nueva especie mutante , mitad atún,  mitad dragón,  y tener que nadar porque olvidé como se vuela.

Miedos que nacen por esporas y sospecho que se tropiezan conmigo a propósito.

Yo de natural valiente tengo alergia al corazón y tú,  haciendo oposiciones para entrar con plaza fija.

¡Sonríe Campanilla! -me dices , y me encanta

Isabel Racero

….conjuro 

Destierro mis ayeres

Cierro todos los libros

Las puertas entreabiertas

Los nomeolvides

Y los aquiestoyparaloquenecesites

Mezclo arena de Skiatos

Con Pensamientos Azules

Sueños olvidados

Besos caducados

Y caricias que arañan

Con jirones de tu piel

Más tres porciones

de mentiras piadosas

Besos

en cada una de mis pecas

Un mechón

de rizos pelirrojos

Con fotos del pasado

Y dos tazas

de silencio administrativo

Todas las palabras feas

Los «túnoeresmitipo»

Y los «tequierocomoamigo»

Amigos falsos,

familia fingida

y palabras que hieren

No olvido la impuntualidad

Los regalos que jamás llegaron

Las palabras rotas

Y los tequiero fingidos

Los novioparasiempre

Y maridoparanunca

Las lágrimas de cocodrilo

y los abrazos que apuñalan

en cada despedida

Ajuares apolillados

Medias sonrisas

Amores posesivos

Celosos

Y los que pecan por desapego

Amigos de papel mojado

Familias temporales

Comarcas que limitan

fronteras inexistentes

Y políticas que no saben hablar

Un poco de leche

Con toda su lactosa

Su nata y sus cosas

Cuatro fresones de Huelva

Y sin azúcar ni’na

Me hago un batido

Moraleja :las penas las paso por la batidora

y las convierto en vitamina T = Quiere-TE…, llámalo brujería

Isabel Racero

… Primavera

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Sin saber cómo
Había llegado hasta aquí.


La mañana fría, cómo deben ser las mañanas de Primavera.

El café amargo y templado, ya por el segundo -con uno no tengo suficiente para espabilarme.

Mil cosas por hacer. Yo siempre tengo mil cosas por hacer.

Los armarios aún por cambiar, con la ropa mezclada de verano, de invierno -llevan así años.

Esa fantástica costumbre heredada de mi madre (cambiar la ropa por temporadas), que nunca consigo cumplir, mantiene los armarios muy vivos.

El no conseguir separar los vestidos de noche, de los abrigos, y estos a su vez de la ropa estival, les provoca una inquietud fantástica.

Los colores se mezclan, los tejidos se rozan, lanas con seda, batista y punto, beige y negro, botas altas con sandalias.

Ellos lo llevan bien, y a mí , que pretendo llevar una vida ordenada, me recuerda que hay cosas que no puedo controlar, que tienen vida propia , ajena a mí, y lo acepto, y me mantiene con los pies en la tierra, consiguiendo sobrevivir de la improvisación.

Así es la vida: Fantástica e imprevisible.

Con muchos más de 40 ya cumplidos, la vida se me pasó volando.

Recuerdo que quería tener 18 años, cuando apenas tenía 15.
Recuerdo mis 23, fastidiada por ser demasiado mayor.
El cumple de los 40 -me sentó mal celebrarlo. Tenía tantos sueños incumplidos y tantos años gastados ya.

Y ahora, aceptando que no se puede prever absolutamente nada de lo que te pasa, los días pasan por mí haciéndome sentir la magia de la vida.

Dando a cada persona de mi mundo la importancia que debe tener en él.

Comprometiéndome sólo con las causas que me hacen vibrar.

Sabiendo que no todo tiene la misma importancia y que nunca hay que correr para llegar, independientemente de a dónde vayas, ya que probablemente el camino cambie durante el recorrido y seguramente termine perdida, encontrando al final un nuevo camino que me lleve a un lugar diferente del que al principio había previsto.

Probablemente nadie me entienda, yo misma no consigo hacerlo la mayoría de las veces.

Lo único que tengo claro es que no se puede planificar el camino a recorrer en la vida, la escuadra y el cartabón de mis años de estudiante los tengo guardados bajo la cama.

La vida te lleva hacia dónde debes estar, haciendo exactamente lo que viniste a hacer, con las personas con las que debes compartirlo , sacando, alejando de ella a las que no deban estar.

Así que no te preocupes si tu vida no es exactamente como te gustaría, seguramente debas pasar esta etapa difícil para encontrar el camino correcto, todo tendrá sentido un poco más adelante.

Poco a poco los problemas se irán diluyendo y lo veras todo mas claro.

Y te lo digo yo , que me encuentro justo en medio de la tormenta.

Yo que pensé , triste, que jamás tendría hijos, y resulta que mi niña había nacido hace unos años en otro país. Y aunque sólo me dice mami los domingo por teléfono, y sólo es mía en vacaciones, no por eso soy menos su madre y ella no es menos mi niña.

Yo que siempre pensé que tenía mala suerte con los hombres, me encontré por casualidad y sin buscarlo con el más dulce de entre todos ellos.

Yo que recordaba triste mi época de diseñadora de moda, he vuelto a tener que sacar mis pinceles, mis tijeras y mis máquinas , empujada por la vida.

Y es que ha sido ella la que me está llevando hacia mi lugar, es sólo que he tardado tiempo en darme cuenta que lo único que tengo que hacer es dejarme llevar, dejarme fluir con la vida, dejarme arrastrar como decía el título de aquel libro :

Hacia dónde el corazón te lleve .

Isabel Racero

…loca

Niégate a llevar una vida normal.

Di no a que los días pasen sobre ti sin pena ni gloria, apisonándote.

Oponte a sobrevivir. Rechaza llegar a final de mes y volver a empezar un mes tras otro, un año tras otro.

Manifiéstate hoy contra la rutina, el hastío, la astenia, el celibato, el desamor, las quejas vacías y por costumbre, los amores caducos, los malos amores, los malos amantes, la muerte en vida.

Conviértete en tu mejor fan. Empieza a gustarte tú y exprime la vida como un limón. Que no quede una gota de zumo en tu cáscara ningún día.

-¿Ella?.

-Ella está loca, pero tiene una locura preciosa.

Isabel Racero

…háblame de ti

Me gustan los bolsos,  los zapatos, la jardinería,  cocinar  del modo tradicional  (esto parece necesario especificar en un mundo lleno de robots de cocina).

Y , las personas.

Me apasionan las personas.  Es extraño porque soy a la vez solitaria y extrovertida.

Supongo que un psicoanalista tendría que decir bastante al respecto.

Como compañía en las artes amatorias me gustan los Señores . Soy en extremo comunicativa . A pesar de esto, prefiero oír.

Paciente, disciplinada, hiperactiva y nerviosa por dentro  (de ahí que parezca calmada siempre ).

Y te cuento todo esto, precisamente porque a nadie le interesa. Todo el mundo quiere saber a qué te dedicas, cuánto ganas, dónde vives o qué coche conduces.

A mí me importan otras cosas. No me fijo en la edad.  Yo quiero conocer tu color favorito.  Distinguir la tonalidad de tus ojos y saber a qué hueles.

Cómo pasas tu tiempo libre. Cuales son tus aficiones. Cual es el tono en que hablas a tus hijos…

No me preocupa la marca de tu ropa, ni si llevas un reloj caro. Prefiero que me cuentes porque está enfermo tu perro. Y si madrugas,  cuanto tiempo necesitas para despertar y ser simpático -yo necesito mínimo una hora para poder articular palabra y otra más para ser simpática,  de ahí que madrugue siempre.

Quiero saber qué sueñas. Quiero que me hables de tus amigos o de tus empleados -sólo oyendo como una persona habla de los demás puedes hacerte una idea real de quién es.

No me importa si tus vacaciones son viajes exóticos o vas a refugiarte en las playas de tu niñez.

Yo , independientemente del lugar que pase mis vacaciones,  escojo mezclarme con sus gentes,  ir al mercado andando,  cocinar sus comidas, descubrir nuevas puestas de sol, nuevos amaneceres, dedicar tiempo a mimarme,  aprender algo nuevo, inventar nuevas aventuras, atreverme a hacer algo que me de miedo, superar el dolor…

Hay personas que son enigmas. Parecen que hablan un idioma diferente aunque hayáis nacido apenas a unos kilómetros de distancia.  Esas personas son las que más despiertan mi interés.

Los retos, los imposibles siempre me hacen soñar y yo vivo ahí desde siempre,  no conozco mejor solución a este mundo de guerras, atentados y niños tristes que el que habita en el mundo de los sueños.

Siempre habrá soñadores que luchen por traer algo de su magia al mundo tangible y esas son mis personas favoritas.

Si hoy alguien te dice «quiero conocerte», «te extraño «, «tomamos un café ?», «dame un abrazo! «, hazlo! . Deja entrar en tu mundo a personas diferentes.  Da un toque de color azul a tus días,  o déjalo ser color aguamarina.

Todo no siempre es aquí y ahora. Cada persona tiene tiempos diferentes.  Cada idioma tiene sus espacios.  El amor necesita anidar. El corazón siempre hace hueco.

Quiero conocerte. Háblame de ti…

 
Isabel Racero

…que te quieran sin pedirlo

Apareció una mañana en mi sofá. Parecía tan relajada, tan feliz ,qué me dio pena invitarla a salir.

-Se habrá ido cuando regrese, pensé.

Y allí seguía , acicalando su bonito pelo. 

Me quedé absorto mirándola ,sin moverme. Para no asustarla. 

Levantó la mirada, muy seria, consciente de mi presencia y siguio haciéndolo, aún más despacio.

Luego se tumbó patas arriba, dispuesta a dormitar un rato más.

– Sí prometes no partir nada, puedes quedarte unos días.

Cómo toda respuesta salto a la librería y fue tirando todo a su paso.

A la mañana siguiente amaneció en mi cama, abullonándome el pelo , ronroneando bajito, como quien entona una nana, para hacerme dormir.

– Habrá que buscarte un nombre si piensas quedarte.

Como toda respuesta , lamio mi mano con su áspera lengua y luego me mordió.

Lo interpreté como un SÍ.

A veces cuando regreso, no está.  Va y viene a su antojo. Nunca utiliza la camita de corazones que compré para ella y prefiere comer de mi plato . A las latitas de whiskas gourmert que le den.

¡Puto gato!.

Jamás viene si la llamo, parece no gustarle ni uno solo de los nombres que me invento para ella.

Prefiere jugar con mis zapatos, disfruta revolviendo en los armarios, nada le gusta más que esconderse en las bolsas vacías y saltar desde los muebles buscando que la persiga.

Si viene alguna amiga a casa, salta a mi regazo, se vuelve dulce , melosa,  y entonces sí, es Mi Gata.

Pero ella no es Mi Gata , y yo jamás seré su dueño.

-¡ Gata, ven !.

Me mira, entorna los ojos y sigue tumbada en el sofá.

Me encanta volver a casa y verla posando como una efigie.

Me siento domesticado y me encanta.

Nos ha costado, pero hemos aprendido a convivir.

El sofá es suyo, y no duerme sola, pero cuando vuelvo, a veces, se roza entre mis piernas,  yo creo que empieza a quererme.

Es arisca, malencarada, egoísta,  gruñona, dormilona y caótica.

Yo soy su humano favorito.  Creo que me quiere,  un poco.

Mi Gata es muy suya,  pero me escogió a mí entre todas las ventanas abiertas del barrio, decidió escoger la mía y no otra.

Ella, Mi Gata, me quiere porque sí,  porque no puede querer a nadie más.

Isabel Racero

…levante en vena

Cuando naces en Cádiz,
eres hijo del levante,
de la Sal
y las Mareas.

Eres hijo de la Luz.

No hay nada que pueda evitar que las Lunas te influencien.
Naciste de el Azul de sus cielos y del Blanco de la espuma de su Mar.

El viento de levante te guía por sus playas, desiertas de turistas, rugiendo por una soledad necesaria, reclamando un tiempo de resilencia, en el más absoluto de los silencios.

 

Llevo el Levante en las entrañas.
Es este aire, cálido y sofocante, el que me hace más del Sur que ninguna otra cosa que pueda ser.

Cuando decide visitar sus infinitas playas blancas, lo hace para llevarse las penas.


Saca una capa de piel, de arena, fruto de siglos de marea  y se la lleva por el mundo, para que no duela tanto.

Un puñadito a África, otro al Norte de Europa, el último a Nunca Jamás, con Wendy , para no recordar el dolor.

Amanece el Levante en calma, todas las huellas fueron borradas , y el tono rosado y violeta de su cielo me da esa paz que no encuentro.

Reconozco que te amo,  no sé si podré vivir sin tus ojos mirándome embelesados al despertar  la mañana. Aún siento la calidez de tus manos en mi cuerpo, la dulzura de tus palabras a mi oído,  aún tu espíritu sigue conmigo.

Te cito en Primavera en Bolonia, o en Punta Paloma .
Vámonos a la Cala del Aceite a pasear, cómprame un bikini de Mala Mujer, vamos a pescar Atunes salvajes al Estrecho. Deja que nos siguan los delfines.

El Paseo de Santa Catalina te espera , igual que yo.

No hay nada como un café al atardecer desde la Caleta.

No será lo mismo comer ostiones y erizos sin tí en Puerta Tierra…

Mi guitarra llora tu ausencia.

Te espero, déjate arrastrar con este viento de levante que te mando, cierra los ojos, sólo siéntelo .

Isabel Racero fb_img_1526731300516-597931012.jpg